martes, 15 de diciembre de 2009

RFID en el sector retail de la moda

RFID en el sector retail de la moda

Por Jordi Baeta, Sales Manager RFID Avery Dennison

El objetivo de este artículo es analizar la actual situación de la RFID en el sector textil, un sector que ha demostrado ser uno de los más activos y fructuosos en la adopción de la RFID. Esta información ha podido ser recogida gracias a las largas discusiones, pilotos y roll outs con grandes retailers del sector durante los últimos años.

¿POR QUÉ?
El sector de la moda está caracterizado por su complejidad logística ya que actualmente con la globalización se tiende a trasladar la fabricación de las prendas de ropa a zonas como Asia, el norte de África, América Latina o Europa del Este. En este escenario, los productos han de recorrer grandes distancias en barco, en la mayoría de ocasiones, y se encuentran con dificultades a la hora de cruzar las aduanas. Además, estos viajes pueden durar varias semanas desde el lugar de producción hasta el centro de distribución, que generalmente está situado en Europa o Estados Unidos. Igualmente, transportar los productos del centro de distribución a la tienda no es una tarea fácil. La red de tiendas funciona de forma capilar y distribuida a través de diferentes países. Los errores de envío y retrasos deben ser corregidos con costosos envíos aéreos, y dado que las trastiendas tienen una capacidad limitada para almacenar los artículos, es necesario realizar envíos de prendas entre el centro de distribución y las tiendas con periodicidad elevada.

El sector de la moda está mayoritariamente integrado de forma vertical ya que cada vez hay más control de las marcas en las cadenas de suministro desde el punto de fabricación hasta la tienda. Es, principalmente, en la cadena de suministro cuando se aplica la tecnología RFID y por eso es importante que exista una homogenización, tanto del proceso como de los recursos informáticos. Para conseguir este objetivo, las empresas normalmente cuentan con un equipo de aplicación interdisciplinario que trabaja de manera unitaria reportando a una única dirección.

El sector de la moda se caracteriza por utilizar una gran cantidad de referencias: las colecciones son cada vez más extensas para satisfacer así las demandas de los consumidores, con diferentes colores y tallas disponibles. También, el ciclo de vida del producto es más corto ya que hay nuevas colecciones que se diseñan durante la temporada y otras desaparecen antes de que esta se acabe. El incremento de la cantidad de referencias a gestionar y la reducción del tiempo de venta hacen que la gestión logística de la cadena de suministro sea crítica y que no se puedan cometer errores.

Otro elemento a tener en cuenta es el hábito de compra del consumidor, que cada vez es más emocional. Estudios del sector demuestran que 2 de cada 3 personas que no encuentran una determinada talla o color se van de la tienda sin comprar un producto alternativo y no vuelven otro día para retomar su compra. Además, los clientes no compran periódicamente ni de manera constante en las mismas tiendas. Por eso, para el vendedor es un reto dar en el blanco cuando un cliente decide entrar en su tienda y ha de estar preparado con el producto correcto y en el lugar idóneo, en el momento adecuado. La RFID es un aliado perfecto para conseguir este objetivo.

¿DÓNDE Y CÓMO?
En el punto de producción, los fabricantes necesitan poder controlar las remesas de manera precisa para evitar penalizaciones de los retailers, que además están pidiendo nuevos servicios, como por ejemplo, packs de surtidos variados (una mezcla de tallas para cajas 2xXL, 4xL, 4xM, 2xS). Esto permite poner en práctica procesos de cross-docking en el centro de distribución mejorando la agilidad y el proceso logístico, especialmente durante el inicio de las temporadas cuando las nuevas colecciones tienen que ser trasladadas a las tiendas.

Por otra parte, los fabricantes están concentrados en producir los artículos a tiempo con la calidad acordada, motivo por el cual la implementación de la tecnología RFID no debería tener ningún impacto en la productividad de estos. Producir, re-imprimir y codificar los tags localmente por una compañía global como Avery Dennison es la mejor manera de introducir los tags RFID en la primera fase de la cadena de suministro, sin alterar la actividad propia del fabricante. Además, Avery Dennison garantiza tanto la precisión de los datos como la consistencia de estos sea donde sea que se produzcan. Con la aplicación de los tags RFID en la fase inicial del proceso el fabricante puede verificar los diferentes packs de surtidos o incluso el contenido de las cajas antes de que se envíen.

A menudo los retailers subcontratan parte del proceso logístico a operadores externos. Estas compañías están esperando la adopción de la RFID por parte de sus clientes para mejorar su productividad y precisión. En general, estas compañías apoyan activamente cualquier iniciativa que provenga del retailer y la tecnología RFID se ve como una ventaja y una oportunidad para posicionarse frente a sus competidores.

En el centro de distribución, la capacidad de la RFID de identificar las prendas que hay dentro de una caja sin necesidad de abrirla permite que se pueda verificar su contenido automáticamente cuando llega del fabricante y antes de ser enviada a las tiendas. Es en este momento cuando nos encontramos ante dos escenarios: los grandes retailers que usan clasificadores automáticos para prenda colgada y doblada. En este caso, se obtienen pequeños beneficios en el proceso de picking lográndose en el control de los inputs y los outputs.

Al margen de estos grandes retailers hay muchos pequeños y medianos que aún utilizan procesos de picking manual, y no pueden aplicar clasificadores tradicionales ya que con el volumen que ellos procesan no obtendrían ningún ROI. En este escenario concreto la solución seria la aplicación de un sorter pseudo-automático implementado en base a la tecnología RFID, una solución más económica y perfecta para estos casos. Algunos casos de negocio reales han demostrado que el ROI puede ser obtenido teniendo en cuenta tan sólo estos beneficios. El ROI adicional en otros escenarios de la cadena de suministro hace que la inversión sea aún más atractiva. La exactitud de los contenidos de cada una de las cajas hace posible también la implementación del cross docking, reduciendo el tiempo de tránsito y el espacio que se necesita en los centros de distribución.

La nueva actitud de los clientes y un escenario tan competitivo hace que la gestión de la tienda sea la fase más crítica de toda la cadena de suministro, ya que el alto coste del metro cuadrado de las áreas comerciales así como el espacio disponible, y especialmente en las trastiendas es muy limitado. Otro elemento a tener en cuenta es el flujo de clientes con altos picos de afluencia como pueden ser los sábados por la tarde o en Navidades, que hacen que el reabastecimiento de los productos sea extremadamente crítico. Por otra parte, hay que destacar que en este último tramo de la cadena de suministro es cuando la información es menos precisa. Muchas veces cuando se reciben las prendas no se confirman los movimientos entre el almacén de la tienda y la zona de exposición, no se controlan. Las prendas están mal colocadas, sobre todo en tiendas muy transitadas, y algunos productos son robados. En este escenario escenario, es muy difícil tener el producto correcto en el lugar idóneo en el momento adecuado. Es en este contexto donde el uso de la tecnología RFID mejora la productividad, ya que permite verificar los contenidos de cada caja recibida, los movimientos entre el almacén y la tienda y las ventas registradas en la caja. La tecnología RFID proporciona una fotografía en tiempo real de los productos que están en la tienda y los que faltan. Además, gracias a la RFID los inventarios se pueden realizar fácilmente y de manera más regular para corregir potenciales desviaciones.

En este punto es donde la RFID proporciona mayores beneficios para el retailer ya que permite aumentar las ventas pero también es donde es más necesario hacer un análisis profundo.

¿CUÁNDO?
La tecnología RFID ha demostrado estar madura para el sector retail y actualmente nadie cuestiona la capacidad del UHF Gen2 para leer una caja o un carrito con diez prendas de ropa o hacer un inventario en una tienda en menos de una hora. Gen2 ha sido aceptado como el estándar comercial y está disponible a nivel mundial.

La existencia de casos de éxito de la tecnología RFID está creciendo en todos los sitios a diferentes escalas y escenarios. En tiempos difíciles como los actuales los expertos recomiendan concentrar esfuerzos en consolidar más que en expandir los negocios. La RFID es una excelente herramienta para incrementar las ventas orgánicas sin tener que aumentar la superficie de venta y los stocks. Es simplemente una cuestión de como la RFID encaja en cada modelo empresarial, qué beneficios aporta y apostar por ello. Es tiempo de decisiones emprendedoras.

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